23.8.09
cincuenta y cinco
pensé que hubo, pero no hubo, yo tuve, así empieza
yo tuve un domingo
un domingo y entraba el sol por la persiana a medio cerrar y era como noviembre pero con menos frio. y tu mano se dejo ver entre las sabanas y el ruido del respirador era extraño. El café despertaba en la cocina y quería robarle un poco mas de paz a la ventana. un poco mas de paz un poco mas de tiempo un poco mas de alma.
hoy fue domingo también y pensé en ese cuento que habla de matar y ayer pensé también en eso.
cíclica sicaria recurrente recurrida
ni permiso ni perdón
yo no te pido mas nada
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1 comentario:
Y está bien... no tener que pedir nada a nadie, a veces nos hace más fuertes o menos débiles ante alguien... y estirar la mano solitaria a la muerte y engañarla.
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