7.10.09

cincuenta y ocho


perdí el control un par de días antes de haber perdido el orgullo.


perdí otras cosas en la vida, es cierto, la virginidad y la capacidad de fingir, pero eso no es tan grave.

es cierto también que el control lo pierdo seguido, pero suelo encontrarlo al rato, tirado bajo un almohadón o entre mis pares de zapatos. nunca me pareció gran cosa. hay días en los que simplemente es un rasgo del carácter, un detalle, una delicia…

pero si seguidito del control se me va el orgullo ya ahí es otro el tema.

aceptémoslo, mientras miro mal a medio mundo a medio oriente a medio día


espero que me llames



2 comentarios:

El viento a contramano dijo...

Cuando perdemos el orgullo caemos a tientas en el mundo de la desesperación… y esa caída, salvo excepciones, suele ser provocada únicamente por el amor.
Cuando te llame, mándalo a la mierda por hacerse esperar… beso.

verborrea dijo...

jajaja
sos genial